domingo, 26 de octubre de 2014

El consumo de tabaco en el tratamiento del cancer.



El consumo de tabaco aumenta el riesgo de complicaciones en todos los tipos de tratamientos para el cáncer, y puede reducir su efectividad.
Cirugía. Los pacientes que fuman y se someten a una cirugía tienen un riesgo mayor de sufrir complicaciones cardiacas y respiratorias, incluso mayores problemas derivados de la anestesia general (medicación sedante administrada durante la cirugía). Además, fumar tiene efectos perjudiciales para la cicatrización, y puede aumentar el riesgo de infección en la herida. Se ha demostrado que dejar de fumar, aunque sea poco antes de la cirugía, reduce las complicaciones.
Radioterapia. La radioterapia no es tan efectiva para pacientes que fuman como para quienes no fuman o han dejado de fumar antes del tratamiento. Fumar durante la radioterapia también puede aumentar los efectos secundarios, incluida mucositis oral (inflamación de la boca y la garganta), pérdida del gusto, xerostomía (sequedad en la boca), pérdida de peso, fatiga (cansancio excesivo), neumonitis (inflamación del tejido pulmonar), daño en el tejido blando y los huesos, y mala calidad de voz.
Quimioterapia. Aunque se conoce menos sobre los efectos de fumar durante la quimioterapia, tiene el potencial de aumentar los efectos secundarios, entre ellos, pérdida de peso, caquexia (pérdida de peso con debilitamiento muscular), fatiga y problemas pulmonares y cardiacos. Además, fumar durante la quimioterapia puede inhibir el sistema inmunológico y aumentar el riesgo de infección.
Beneficios de dejar de fumar después del diagnóstico
Las personas con cáncer que dejan de fumar experimentan muchos beneficios físicos y psicológicos que mejoran el tratamiento del cáncer y su salud general. Se ha demostrado que dejar de fumar:
Mejora las tasas de sobrevida. En general, los estudios han demostrado que un período más largo entre dejar de fumar y el inicio del tratamiento para el cáncer se asocia con un mejor pronóstico (probabilidad de recuperación). Dejar de fumar puede disminuir el riesgo de efectos secundarios producidos por el tratamiento y tiene la probabilidad de mejorar la efectividad del tratamiento.
Disminuye el riesgo de cánceres secundarios. Dejar de fumar, incluso si se hace en el momento del diagnóstico, puede disminuir significativamente el riesgo de desarrollar cánceres secundarios (cánceres que se desarrollan por el tratamiento para el primer cáncer). Sin embargo, el período de tiempo y la cantidad que una persona fumó también influye en el desarrollo de dichos cánceres.
Mejora la calidad de vida en las personas con cáncer. La calidad de vida se ha demostrado que es menor entre los fumadores en la población general así como entre las personas con cáncer en comparación con los no fumadores y los ex fumadores. En un estudio, las personas que recibieron tratamiento por cáncer de cabeza y cuello y además eran ex fumadores tenían una calidad de vida significativamente más alta después de un año de seguimiento, en comparación con los pacientes que no habían dejado de fumar.
Muchas personas con cáncer pueden sentirse culpables o ansiosos por su hábito de fumar y quizás sientan que los demás los juzgan o que reciben menos apoyo por su cáncer. Es importante saber que abandonar el hábito resulta útil en cualquier momento, y que los profesionales de atención médica pueden ayudar cuando una persona desea dejar de fumar.
Hablar con su médico sobre su consumo de tabaco
Para comenzar con el proceso de dejar de fumar satisfactoriamente y para siempre, hable con su médico sobre sus conductas de consumo de tabaco. Comprender su dependencia de la nicotina le permitirá al médico determinar el tratamiento apropiado necesario para ayudarlo a terminar con la dependencia de la nicotina o ayudarlo a continuar libre de nicotina. Infórmele a su médico:
  • Si ha fumado como mínimo 100 cigarrillos en toda su vida.
  • Si actualmente fuma cigarrillos.
  • Si fuma dentro de los 30 minutos posteriores a despertarse.
  • Cuántos años ha fumado regularmente y cuántos cigarrillos por día.
  • A qué edad comenzó a fumar
  • Cuánto tiempo hace que fumó por última vez habitualmente (si no fuma en la actualidad).
  • Cuántas veces intentó dejar de fumar y cuánto tiempo tuvo éxito en cada intento.
  • Si las personas de su grupo familiar fuman.
  • Si se permite fumar en su lugar de trabajo.
  • Si usa, o usó en el pasado, otras formas de consumo de tabaco (además de cigarrillos) y con qué frecuencia.

viernes, 24 de octubre de 2014

Medicamentos para dejar el tabaquismo.

Los medicamentos que el médico receta pueden ayudarle a dejar la nicotina y el tabaco y evitar que vuelva a recaer. Estos medicamentos:
  • Ayudan con el deseo vehemente por el tabaco y los síntomas de abstinencia.
  • No contienen nicotina y funcionan de una manera diferente a la terapia de reemplazo de nicotina.
  • No crean hábito.
Como otros tratamientos, estos medicamentos funcionan mejor cuando son parte de un programa que incluya:
BUPROPIÓN (Zyban®)
Es una píldora que puede ayudar a disminuir su deseo vehemente por el tabaco cuando usted está tratando de dejarlo.
Aunque el bupropión también se le receta a personas con depresión, ayudará a dejar el tabaco, ya sea que usted tenga o no problemas de depresión. La forma exacta como el bupropión ayuda con los deseos vehementes de tabaco no está clara.
El bupropión no está aprobado por la FDA para personas menores de 18 años y generalmente no se utiliza para aquellas personas que:
  • Están embarazadas.
  • Tienen antecedentes de convulsiones, insuficiencia renal, consumo excesivo de alcohol, trastornos alimentarios como anorexia o bulimia, enfermedad bipolar o maníaco depresiva o un traumatismo craneal serio.
Cómo tomarlo:
  • El bupropión funciona mejor si se empieza de 1 a 2 semanas antes de dejar de fumar. Usted puede tomarlo hasta por 6 meses o un año.
  • La dosificación más común es de tabletas de 150 mg una o dos veces por día.
  • Tomar bupropión junto con parches de nicotina, goma de mascar o grajeas puede funcionar mejor para quienes necesitan ayuda para aliviar el deseo vehemente. Pregúntele al médico si esto está bien para usted.
Los efectos secundarios que se han reportado abarcan:
  • Boca seca.
  • Problemas para dormir. Si esto ocurre, usted puede ensayar tomando la segunda dosis del día por la tarde, pero debe ser al menos 8 horas después de la primera dosis.
  • Deje de tomar el medicamento inmediatamente si tiene cambios en el comportamiento, hostilidad, agitación, estado de ánimo deprimido, pensamiento y comportamiento suicida o intento de suicidio.
VARENICLINA (CHANTIX®)
Ayuda con el deseo vehemente de nicotina y los síntomas de abstinencia. Actúa en el cerebro disminuyendo los efectos físicos de la nicotina. Incluso si usted empieza a fumar de nuevo después de dejar el cigarrillo, no sentirá tanto placer con éste.
Cómo tomarla:
  • El médico le solicitará que empiece a tomar este medicamento una semana antes de dejar el cigarrillo. Lo tomará durante 12 a 24 semanas.
  • Debe tomarlo después de las comidas con un vaso de agua lleno.
  • El médico le dará instrucciones. Por lo regular, le pedirán que tome una píldora de 0.5 mg al día al principio. A finales de la segunda semana, usted probablemente estará tomando una píldora de 1 mg dos veces al día.
  • Con base en la investigación actual, este fármaco no debe combinarse con la terapia de reemplazo de nicotina.
  • La vareniclina no está aprobada por la FDA y, por lo tanto, no se recomienda para niños menores de 18.
Los efectos secundarios son posibles (aunque la mayoría de las veces las personas la toleran bien), entre ellos:
  • NOTA: el uso de este medicamento está asociado con un aumento del riesgo de ataque cardíaco, accidente cerebrovascular y problemas vasculares.
  • Dolores de cabeza, problemas para dormir, somnolencia y sueños inusuales.
  • Estreñimiento, gases intestinales, náuseas y cambios en el sentido del gusto.
  • Se ha informado de estados anímicos deprimidos, al igual que pensamientos suicidas e intento de suicidio. Llame al médico inmediatamente si tiene cualquiera de estos síntomas.
OTROS MEDICAMENTOS
Hay alguna evidencia de que los siguientes medicamentos pueden ser útiles para dejar de fumar cuando los medicamentos de primera línea no han funcionado. Sin embargo, sus beneficios son menos constantes y se consideran tratamiento de "segunda línea".
  • Clonidina (Catapres), normalmente empleada para tratar la hipertensión arterial, incrementa la posibilidad de que los fumadores dejen de fumar cuando se inicia antes de suspender el tabaco en dosis de 0.1 a 0.75 mg por día, ya sea en pastilla o en parche.
  • La nortriptilina, otro antidepresivo, incrementa la posibilidad de que los fumadores dejen de fumar cuando se inicia de 10 a 28 días antes de suspender el tabaco en dosis de 75 a 100 mg por día.

lunes, 13 de octubre de 2014

¿Como pueden ayudar los padres a sus hijos, para que no empiecen a fumar?

¿Como pueden ayudar los padres a sus hijos, para que no empiecen a fumar?

Hay  formas de ayudar a los hijos, entre ellas:

• Hablarles sobre el tabaco y explicarles cuáles son las razones por las que se espera que ellos nunca empiecen a fumar.

• Nunca pida a sus hijos que le compren cigarrillos.

• No es tarde para discutir los peligros del tabaco con sus hijos. Es esencial que lo haga antes de que empiecen a fumar. A los 9 años es una edad crítica en la cual los niños empiezan a definir su actitud ante el tabaco.

• Apoyar el trabajo efectuado por los docentes en la escuela. Si los niños reciben el mismo mensaje en ambos lugares, la escuela y la casa, éste será más efectivo.

• No permitir fumar al personal doméstico. Tampoco se debería permitir que las visitas fumen.

• Como fumador, cualquier padre puede contribuir no fumando frente a los niños.

• Tampoco debe fumar en las habitaciones ni en el auto.


• De ese modo dejará claro que respeta el derecho de sus hijos a respirar aire puro.

martes, 7 de octubre de 2014

¿Cómo afecta el consumo de tabaco en la economía ?

En muchos países, incluidos los desarrollados, quienes más tabaco consumen y cargan con la mayor parte del peso de los problemas económicos y de salud relacionados con esta dependencia son también los pobres, porque son los que más tienden a fumar,  y esto a su vez, hace que sean aún más pobres al perder ingresos, reducir su productividad, enfermar y finalmente morir.

 Hay diversos modos en los que el tabaco hace que aumente la pobreza a escala:  
  •  Individual
  •  Familiar 
  •  Nacional. 
En el ámbito individual y amiliar, el coste del tabaquismo puese ser muy elevado puesto que el dinero que se gasta en tabaco no se emplea en necesidades básicas, como la comida, el alojamiento, la edacacion o la sanidad. Además, el consumo de tabaco contribuye a la pobreza individual puesto que los fumadores tienen un mayor riesgo de "enfermar y morir" prematuramente a causa de sufrir cánceres, ataques cardiacos, enfermedades respiratorias y otras relacionadas con el tabaquismo, de modo que privan a sus familias de unos ingresos esenciales y ocasionan costes sanitarios adicionales. 

El tabaco también afecta a quienes lo cultivan. Muchos productores de tabaco, en lugar de enriquecerse con su producción, a menudo se endeudan con las tabaqueras. Es más, el cultivo y secado del tabaco pueden causar daños graves para la salud.

A escala nacional también se sufren grandes pérdidas económicas como resultado de los elevados costes sanitarios y la pérdida de productividad ocasionados por las enfermedades relacionadas con el tabaco y las muertes prematuras.

Lo que aporta el tabaco a la economía (a través del empleo generado y los ingresos por impuestos) queda más que compensado con los gastos que representa para las familias, la salud pública, el medioambiente y la economía nacional.


viernes, 3 de octubre de 2014

CONSECUENCIAS DE FUMAR DURANTE EL EMBARAZO

El monóxido de carbono y la nicotina del humo de tabaco pueden interferir con el suministro de oxígeno al feto. Además, la nicotina cruza fácilmente la placenta y las concentraciones de nicotina en el feto pueden ser hasta 15 por ciento más altas que los niveles maternos. La nicotina se concentra en la sangre fetal, en el líquido amniótico y en la leche materna.

El tabaquismo dificulta aún más el hecho de quedar embarazada, es peligroso para su bebé durante y después del embarazo y dificulta más la recuperación del parto. El tabaquismo priva a los óvulos, el embrión y el feto de oxígeno, lo cual puede causar envejecimiento ovárico acelerado, un mayor riesgo de aborto espontáneo y bebés con bajo peso al nacer. Una vez que el niño nace, hay una mayor probabilidad de que presente inconvenientes de desarrollo como problemas mentales y de comportamiento.

Está comprobado que fumar unos pocos cigarrillos por día expone al feto a más de 7.000 substancias tóxicas y dañinas que pueden afectar su desarrollo y crecimiento.

Los bebés de madres fumadoras tienen mayor riesgo de contraer infecciones y de tener otros problemas de salud como ser:
  • Nacer con algunas malformaciones congénitas entre ellas labio leporino, paladar hendido y malformaciones cardíacas.
  • Tener síndrome de abstinencia a la nicotina al nacer (sobre todo en las mujeres que fuman mucho): los bebés nacen muy ·irritables.
  • Morir de muerte súbita del lactante (los recién nacidos de madres fumadoras tienen el DOBLE de riesgo de muerte blanca o muerte en la cuna).
  • Sufrir infecciones respiratorias (otitis, bronquitis, neumonías).

¡Le preguntaste si quería fumar !
El hecho de que una mamá fumadora tenga un recién nacido sin problemas no descarta que éstos no aparezcan durante la niñez, sobre todo si la madre continua fumando. Los hijos de madres fumadoras tienen, entre otros, mayor riesgo de:
  • Caries
  • Trastornos de conducta
  • Trastornos de aprendizaje
  • Obesidad y diabetes tipo 2
  • Cáncer de pulmón en la edad adulta